tag:blogger.com,1999:blog-23568369361384260862024-02-06T23:36:15.801-08:00LOS DESBARRES DE OTISPensamientos que se me pasan de repente por la cabeza y de los que no consigo librarme si no es poniéndolos por escrito, momento en el cual los encuentro entre absurdos y repelentes y, sobre todo, nada originales.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.comBlogger43125tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-86493455476475915892008-09-11T04:03:00.000-07:002008-09-11T04:18:20.485-07:00Prepotencia e impotencia<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrnr7zPBWQTVzOeh7o8mCMuAxjEBLk8k8SPWdG1xDZ3Pn96v5ghLLPP2OQKfJHw1F5Y5pkzxE6Ij7w9hz2o1lIbmumD01QADj3VHCPmPtrs3Bw4t4tEppjByOhyi0W0tijtminen07G_0/s1600-h/fd.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrnr7zPBWQTVzOeh7o8mCMuAxjEBLk8k8SPWdG1xDZ3Pn96v5ghLLPP2OQKfJHw1F5Y5pkzxE6Ij7w9hz2o1lIbmumD01QADj3VHCPmPtrs3Bw4t4tEppjByOhyi0W0tijtminen07G_0/s400/fd.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5244718238081554466" /></a>Me revientan los poseedores de la verdad. Y César Vidal, el hombre cuyos "negros" deben de ser más numerosos que los hijos de Bill Cosby, se compromete a "seguirla diciendo". Y yo aquí sin actualizar el blog por la sencilla razón de que no se me ocurre nada sobre lo que opinar con un mínimo de criterio. Porque cada vez me descubro más vacío de convicciones. Porque creer que la sabiduría consiste, precisamente, en cuestionarlas a cada momento ha dejado de ser un consuelo. Porque lo que pensaba ayer es diferente de lo que pienso hoy y, con toda probabilidad, de lo que pensaré mañana. Porque, sin dejar de respetarlos, sospecho de quienes se mantienen fieles a una idea durante toda su vida. Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-17059213996707846232008-07-24T12:33:00.000-07:002008-07-24T12:35:33.112-07:00VacacionesSeñoras y señores, me las piro a Tarragona hasta el día 8 de agosto. Feliz verano.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-54025368508145804462008-07-23T05:17:00.000-07:002008-08-12T06:55:24.345-07:00Karadzic me rejuveneceFue la primera guerra que viví como periodista, cuando tenía poco más de 20 años. Dicho así, parece que estuve en Bosnia, pero no. Quiero decir que, como apasionado de las relaciones internacionales, me empapé de aquel conflicto balcánico y, en el informativo radiofónico en el que trabajaba, se me asignó su seguimiento y la relación con el "corresponsal en la zona", un señor argentino muy simpático que vivía en Varsovia y transmitía desde allí sus crónicas, fusilando sin pudor los teletipos de la Agencia EFE, alguno de cuyos reporteros, probablemente, sí las estaba pasando putas en Sarajevo o un sitio peor. Vamos, como si hubiera un atentado de ETA en Madrid y el periodista encargado de informar de ello estuviera en Roma, "en la zona". Un compañero, ya en sus treinta, se ofreció para desplazarse a la capital bosnia, pero la empresa alegó falta de fondos, y eso que en aquellos tiempos era la número uno en audiencia y sí destinaba ingentes cantidades de dinero a algunas divas cuya cobertura del crimen de Alcáser ha pasado a los anales del amarillismo más repugnante.<br /><br />El caso es que todo mi odio por lo que estaba sucediendo se concentró en el hijo de la gran puta de Radovan Karadzic, cuya reciente detención me ha quitado quince años de encima. "Gracias" a él aprendí que eso de que en las guerras no hay buenos ni malos es relativo. Que entre el francotirador serbio que le vuela la cabeza a un niño y éste hay ciertos matices. Que entre los milicianos que violan en grupo a una mujer y ésta también la hay. Que los bastardos que sacan de una ciudad a todos sus habitantes varones y les pegan un tiro en la cabeza son diferentes a sus víctimas. ¿Y quién estaba detrás de todo ello? Karadzic, al que los europeos dejamos hacer durante tanto tiempo porque lo suyo era "un asunto interno". Y, una vez más, tuvieron que venir los americamos con sus aviones, cogernos de la manita y arreglarnos el marrón.<br /><br />Karadzic, te deseo lo peor. Que escapes y te pille una panda de mafiosos bosnios con familiares muertos en Srebrenica. Que te sodomicen, te peguen dos tiros y te dejen agonizando colgado de un árbol. Entre otras cosas, por haberme hecho así. Y porque lo de La Haya es una mariconada y, a lo sumo, te condenarán a cadena perpetua, dándote la posibilidad de un suicidio dulce que no te mereces.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-20862904605418326262008-07-16T02:40:00.000-07:002008-07-16T03:32:19.676-07:00Cambios, progreso y reacción<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnlaMr2noimHzLpu1dCR70UXpluVLov79E-i6L-A7tivxFY7wx7byF2dmGvnwwzTwpDq0xoNqazNGJY8f-fJyi-zA4XNY59NkOFRgb4hufg5F_bTqQqdfSJ8I32AitvWzPUGmpkK_hQbY/s1600-h/20080716elpepivin_5.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnlaMr2noimHzLpu1dCR70UXpluVLov79E-i6L-A7tivxFY7wx7byF2dmGvnwwzTwpDq0xoNqazNGJY8f-fJyi-zA4XNY59NkOFRgb4hufg5F_bTqQqdfSJ8I32AitvWzPUGmpkK_hQbY/s400/20080716elpepivin_5.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223544680300611074" /></a>Coincide esta magistral viñeta de El Roto, que publica hoy El País, con que ayer estuve una conferencia en la que la consejera delegada de una de las mayores agencias de publicidad de España consiguió sacarme de mi sopor habitual en este tipo de actos con un gráfico temporal en el que se señalaban los grandes hitos tecnológicos que han revolucionado la vida de los seres humanos. Llamaba la atención sobre el hecho de que antiguamente el tiempo transcurrido entre un hito y otro fuera de siglos, incluso milenios (de la invención de la rueda a la de la imprenta, por ejemplo), pero, desde finales del siglo XIX, sea de décadas, incluso años. En efecto, desde que en 1876 se patentara el teléfono, los cambios se han producido a una velocidad de vértigo, sobre todo en las dos últimas décadas, con la generalización de internet y la telefonía móvil y las consecuencias socioeconómicas -hasta políticas, me atrevería: que se lo digan a chinos y cubanos- que ha conllevado.<div><br /></div><div>Recuerdo un libro de Luis Racionero, "El progreso decadente", en el que venía a decir que, hasta la Segunda Guerra Mundial, la humanidad había evolucionado a la par en los ámbitos material y espiritual (entiéndase el término "espiritual" no en sentido religioso, sino en relación con el pensamiento, la ética, la razón...). Sin embargo, acabado el conflicto, la evolución material ha sido siempre más rápida que la espiritual. Internet llegó mucho antes de que supiéramos qué hacer con sus múltiples posibilidades. Los científicos estuvieron listos para la manipulación genética cuando políticos o filósofos ni se habían planteado si debían ponerle límites. Como mostró también ayer la conferenciante, existen ya robots en Japón capaces de expresar "emociones", con lo que, si no las sienten, estarán a punto de hacerlo. Y, salvo los escritores de ciencia-ficción, nadie se ha preguntado aún cómo gestionarlas.</div><div><br /></div><div>Mi adorado Ermesto Sabato suele citar a Schopenhauer, según el cual "hay épocas de la historia en que el progreso es reaccionario y las tradiciones, progresistas”. Quizá vivamos en una de ellas. No se trata de parar el progreso, sino de readecuar a su ritmo la evolución espiritual, máxime en un momento en el que la educación se vuelca en las ciencias y mira por encima del hombro a las humanidades. Da pavor imaginar lo que harán tantos jóvenes educados al amparo de logses, loes, peperos, sociatas y nacionalpaletos con las nuevas tecnologías. Qué coño: da pavor imaginar lo que haremos nosotros mismos, anestesiados, precisamente, por la velocidad con que se suceden los cambios y fluye la información y con una educación a nuestras espaldas que tampoco es que fuera para echar cohetes. Sin humanismo, sin espíritu, seremos campo abonado para que cualquier imbécil con unas pocas pero firmes ideas -llámesele Bush, islam radical o ultraliberalismo- nos las imponga fácilmente como se les imponen a los niños, ocupados con sus juguetes -los nuestros, eso sí, de última generación- y necesitados, por tanto, de delegar en otros su futuro.</div>Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com50tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-46138779236963070432008-07-14T03:51:00.000-07:002008-07-14T04:07:56.667-07:00¿Por qué nos insultan? (2ª parte)Declaraciones del Papa a los periodistas en el avión que le lleva a Australia, donde, por lo visto, se han dado casos de abusos sexuales a menores por parte de curas católicos: la pederastia es un comportamiento "incompatible con el sacerdocio, porque contradice la santidad". Benedicto, por amor de Dios, que la pederastia es incompatible con TODO: con el sacerdocio, con la jardinería, con el periodismo, con la abogacía, con la pesca, con el fútbol, con la papiroflexia... porque es un delito, y quienes lo cometen deberían estar en la cárcel o colgados de un árbol. A mí los asuntos internos de cualquier institución religiosa me son indiferentes -no sus delitos, que se convierten, evidentemente, en asuntos "externos"-, pero quizá el máximo representante del catolicismo debería plantearse que, si los sacerdotes tuvieran libertad para casarse, follar o masturbarse, a lo mejor descendía el número de "incompatibilidades", por aquello de la represión del deseo. Ni el adolescente más pajillero está tan obsesionado por el sexo como la Iglesia Católica. La diferencia es que al primero se le pasa durante un rato tras cada "acto intrínseca y gravemente desordenado" (este último entrecomillado, extraído de la Declaración "Persona humana" de la Congregación para la Doctrina de la Fe).Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-12527666848558004472008-07-10T01:28:00.000-07:002008-07-10T02:19:08.508-07:00¿Por qué nos insultan?José Luis Rodríguez Zapatero, en reciente entrevista a El País: “Para mí (Bibiana Aído) merece el respeto de representar al Gobierno de España y de tener sus plenos derechos constitucionales para ser ministra, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">a pesar de</span> tener 31 años y ser mujer”. El “a pesar de” es cojonudo. Se me ocurren pocos políticos más paternalistas y machistas que ZP. Y sigue: preguntado por las gilipolleces que suelen salir de la boca de la ministra de Igualdad, las define como “una técnica para fomentar debates”. Con dos cojones.<br /><br />José María Aznar, en reciente entrevista a Telemadrid, asegura que, cuando defendió que había armas de destrucción masiva en Irak, ésta “era una creencia generalizada en todo el mundo”. Que yo recuerde, los inspectores de la ONU opinaban justo lo contrario. Como cualquier persona que, durante los años anteriores, se hubiera fijado en esas noticias breves que, escondidas en las páginas de Internacional de los periódicos, iban informando periódicamente del exhaustivo desmantelamiento del arsenal iraquí tras la primera guerra del Golfo. “Todo el mundo” eran el chimpancé Bush, el alelado Blair y Colin Powell, el hombre del power point todo-a-cien en el Consejo de Seguridad. Y Aznar va, lo suelta y se queda tan ancho. Y se rumorea que Acebes anda por el Amazonas investigando la conexión entre el 11-M, Sadam Hussein, el Lute y los yanomamis.<br /><br />Menú de la reciente cena de despedida de los dirigentes del G-8 -los que de verdad mandan, no los dos pringaos anteriores-, centrada en el cambio climático y <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">el hambre en el mundo</span>. Entradas: maíz relleno de caviar, salmón ahumado, erizo de mar, tartaleta de cebolla y bulbos de azucena y ajedrea. Primeros platos: ternera de Kyoto bañada en algas y condimentada con espárragos y salsa de sésamo, tacos de atún con aguacate, salsa de soja y shiso, sopa de almejas, congrio con azucenas y vinagreta de soja, langostinos, rollitos de anguila a la plancha envueltos en bardana, boniatos y gobio frito en aceite de soja y azúcar. Entre plato: sopa de marisco. Segundo plato: pescado del Pacífico a la plancha con vinagreta de pimienta. Tercer plato: cordero lechal con hierbas aromáticas, trufas negras y salsa de piñones. Pre-postre: tabla de quesos con miel de lavanda y frutos secos. Postre: degustación de la “fantasía del G-8”. Café y dulces rellenos de fruta. Por una vez que los políticos, tan dados a transmitir únicamente “gestos”, nunca ideas, podían haber hecho uno de verdad...Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-14308891873147351582008-07-04T04:08:00.000-07:002008-07-04T04:27:17.675-07:00Colas en exposiciones<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbGS2xc54cpLA8DkE0WG7Eei59Q4UbCPXXNh3ud3jrgLYfs5jjJvjc7HYTTihY0BlooqcbL9rFMVgNkrK9kWWXXNebZk0epDEAbCwlqf5uArLjQHrtDHd1KlDMvDq_kPkGG52ksIPX9u8/s1600-h/fgd.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbGS2xc54cpLA8DkE0WG7Eei59Q4UbCPXXNh3ud3jrgLYfs5jjJvjc7HYTTihY0BlooqcbL9rFMVgNkrK9kWWXXNebZk0epDEAbCwlqf5uArLjQHrtDHd1KlDMvDq_kPkGG52ksIPX9u8/s400/fgd.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5219116493480518418" /></a>Por la entrada anterior me he acordado del grabado “Melancolía” (arriba a la izquierda) de Durero, probablemente el mejor dibujante de la historia. Lo vi en el Museo Thyssen, donde se exponía el año pasado dentro de la muestra “Durero y Cranach”. A las colas para entrar se añadían las que se formaban delante de esa obra, una de las más emblemáticas de su autor por las diferentes interpretaciones que suscita. Ocurría que, por las mismas fechas, la Biblioteca Nacional albergaba otra exposición, “Biblioteca Hispánica: obras maestras de la Biblioteca Nacional de España”, que incluía -oh, casualidad- el mismo grabado, aunque sin colas para apreciarlo ni para acceder al lugar.<br /><br />¿La diferencia? Que “Durero y Cranach” se había publicitado a bombo y platillo y a los tesoros de la Biblioteca no les había hecho caso ni Dios. Y eso que allí estaban los manuscritos o las primeras ediciones de todos esos libros que los españolitos estudian alguna vez en su vida (o estudiaban, que vete a saber tú ahora lo que han perpetrado con la educación entre PP, PSOE y nacionalistas varios): el “Beato de Liébana”, las “Cantigas de Alfonso X”, el “Mío Cid”, el Quijote, el “Libro del buen amor”, la Constitución de Cádiz... Entre ellos, los dos únicos ejemplares escritos por Leonardo de su puño y letra que hay en España y -porque la Biblioteca Nacional no sólo atesora libros- uno de los escasos cinco o seis dibujos que se conservan de Velázquez (arriba a la derecha).<br /><br />En plena efervescencia <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">davinciniana</span>, dado el éxito de la novela de Dan Brown, sólo con se hubiera montado una exposición para dar a conocer los dos libros citados y se hubiera informado de ella machaconamente, las colas habrían llegado a Quinto Coño Street. Pero ya se sabe que mucha, muchísima gente, acude a exposiciones no porque le interesen las piezas que las componen sino <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">porque hay que ir a verlas</span>. Porque se lo han dicho en la tele, porque las han inaugurado los Reyes o porque, si se forman tantas colas, por algo será... Aún recuerdo el barullo tras la ampliación del Prado, a rebosar de jubilados que, aprovechando la gratuidad del evento, dedicaban en torno a una décima de segundo a cada cuadro y, como gritó alguno de ellos, iban buscando “las puertas esas donde salía Zapatero el otro día”.<br /><br />Hace años, Umberto Eco publicó un artículo en el que pedía reproducciones exactas de las grandes obras artísticas de la humanidad para desviar hacia ellas a estos “intelectuales de ocasión” que van a hacerse la foto y poco más. Creo recordar que proponía un Partenón de cartón-piedra a las afueras de Atenas, una Galería de los Uffizi de pega en los alrededores de Florencia y una copia de la Mona Lisa fuera del Louvre. Así el Partenón, la Galería y la Gioconda originales quedarían más despejados para quienes verdaderamente supieran apreciarlos. La cuestión es: ¿cómo distinguirlos? ¿Se les hace un examen de Historia del Arte? Más aún: ¿debe recuperar el arte su condición elitista? ¿Hay que encarecer las entradas a museos y exposiciones, como proponen algunos, para que los precios actúen como filtro? ¿Acaso no tiene derecho todo el mundo a ir y pasearse por donde le salga de los <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">giocondos</span>? ¿Quién es nadie para proclamarse más capaz de disfrutar de la pintura que otros?Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-69024341040455110942008-07-03T04:58:00.000-07:002008-07-03T08:38:33.154-07:00El libro "Contra la felicidad"<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMnkKAZctIImGd8t9JJc86Lrc01hQNFpV08etdGGItLS8xDvvpOI2EHrD_ix3847mws-B_QqCX4-n0RKAx8nhSg1Pb9hoiFaVmVgzVhJBa98_RaTHinF9O0zDMj0DWd603xyD_oF9Vvuk/s1600-h/978-84-306-61-0.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMnkKAZctIImGd8t9JJc86Lrc01hQNFpV08etdGGItLS8xDvvpOI2EHrD_ix3847mws-B_QqCX4-n0RKAx8nhSg1Pb9hoiFaVmVgzVhJBa98_RaTHinF9O0zDMj0DWd603xyD_oF9Vvuk/s400/978-84-306-61-0.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5218757499205404738" /></a>En relación con la reciente entrada <a href="http://losdesbarresdeotis.blogspot.com/2008/06/tontos-felices-o-sabios-amargados.html">"¿Tontos felices o lúcidos amargados?"</a> y con las más antiguas <a href="http://losdesbarresdeotis.blogspot.com/2008/01/piedras-blancas-piedras-negras.html">"Piedras blancas, piedras negras"</a> y <a href="http://losdesbarresdeotis.blogspot.com/2008/02/una-matizacin.html">"Una matización"</a>, fusilo a continuación una interesante crónica de elpais.es sobre un ensayo que ojeé hace poco y deseché por creerlo poco menos que de autoayuda. Tendré que darle otra oportunidad, aunque así de primeras parece un poco radical. A destacar, más que las referencias al propio libro, las citas de sus presentadores u otros autores (qué grande Flaubert):<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">LA MELANCOLÍA Y LA INFELICIDAD COMO MUSAS INSPIRADORAS<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El escritor Eric G. Wilson se lanza contra la idea moderna de la alegría<br /></span>Carolina Ethel-Madrid-01/06/2008<br /><br />"Hay carcajadas que te hacen cerrar los ojos". Con esta frase contundente, el poeta Luis García Montero intentaba explicar la batalla que el profesor Eric G. Wilson ha decidido emprender en contra de la joya de la corona. La que todos quieren abrazar. La que los empresarios se empeñan en vender. La que los padres quieren para sus hijos. La que los políticos incluyen en sus discursos: la utópica y sobrestimada felicidad.<br /><br />"Fue el cavernícola melancólico y retraído que se quedaba atrás y meditaba, mientras sus felices y musculosos compañeros cazaban la cena, quien hizo avanzar la cultura", afirma Wilson en su libro <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Contra la felicidad. En defensa de la melancolía</span> (Taurus), que aparece en España en esta feria del libro primaveral -nada más feliz- salpicada de lluvia (nada más melancólico). Y es justamente esta dualidad inherente al ser humano la que defiende Wilson en su polémico ensayo.<br /><br />"El ser humano es feliz e infeliz", conviene José María Ridao, quien ayer hizo la presentación del libro en la feria junto a los escritores Luis García Montero, José María Guelbenzu y Javier Pradera. "Sólo podemos considerarnos ciudadanos en la medida en que nos distanciemos de esa felicidad impuesta, falsa", agregó Ridao.<br /><br />"Según una encuesta reciente del Pew Research Center, casi el 85% de los estadounidenses cree que son muy felices o, por lo menos, felices". Wilson menciona el culto a la belleza, la obsesión por acumular riquezas y las cómodas pastillas para la felicidad y se pregunta, casi con desespero, en la introducción de su ensayo: "¿Qué podemos hacer con esa obsesión por la felicidad, obsesión que podría conducir a la extinción súbita del impulso creativo?".<br /><br />No es esta elegía a la melancolía de Wilson el discurso huraño del señor Scrooge, de Dickens, sino una voz rebelde contra la imposición deliberada de la idea de felicidad que la sociedad estadounidense se ha empeñado en acuñar y una reafirmación de la melancolía como motor de la creatividad.<br /><br />Para Montero, "el estado de melancolía permite ser dueño de tu opinión y tu destino" y, sobre todo, "instalarse en el territorio incómodo de la conciencia individual". El mismo Wilson confiesa en su libro que, sólo cuando se tomó en serio su melancolía, "mi familia me conoció a fondo y desarrollamos una relación más estrecha".<br /><br />El debate sobre la relevancia de la melancolía como motor creativo no es reciente. Jorge Luis Borges elogiaba con frecuencia el monumental libro de Robert Burton <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Anatomía de la melancolía</span>, aparecido en 1921, que también han celebrado en su momento Samuel Beckett, Anthony Burgess y John Keats, quien compuso su famosa <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Oda a la melancolía</span>.<br /><br />Burton afirmaba que sólo son inmunes a la "bilis negra" los tontos y los estoicos. Tiempo después el genial Gustave Flaubert reformularía la idea con una frase más incisiva: "Ser estúpido, egoísta y estar bien de salud; he aquí las tres condiciones que se requieren para ser feliz. Pero, si os falta la primera, estáis perdidos".<br /><br />En 1932, Aldous Huxley, en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Un mundo feliz, </span>adelantó un retrato de la sociedad contemporánea. Una sociedad sin problemas, con tecnología punta, producción en serie, prosperidad y paz a costa de los valores familiares, la cultura y los sentimientos. Algo parecido a la sociedad estadounidense que critica Wilson y a la cual pertenece el profesor. Wilson se pregunta: "¿Tiene la ignorancia que ver con la felicidad, la cual nos crea mundos planos, sin complejidades intelectuales?". Un cuestionamiento que Ray Bradbury hizo ya en 1953 en su <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Fahrenheit 451</span>, en el que millones de libros eran quemados porque leer confundía la mente y causaba preocupaciones; por lo tanto, impedía que la gente fuera feliz.<br /><br />El escritor José María Guelbenzu afirmó: "No hay protagonistas felices en la literatura porque la infelicidad genera conflicto dramático", y recordó las primeras líneas de Ana Karenina, de Tolstoi: "Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera". Con ella explicó que "instalarse en la infelicidad es imposible" y que conviene disfrutar de los momentos felices, aunque también "abrazar el éxtasis melancólico para hacer estallar la creatividad".<br /><br />Wilson cierra su ensayo con una reflexión perturbadora: "Promover la sociedad de la felicidad absoluta es fabricar una cultura del miedo". Y remata con una invitación cálida: "Debemos encontrar el camino, por difícil que sea, para ser quienes somos, hosquedad incluida".Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-13193335322279816352008-07-02T00:49:00.001-07:002008-07-02T00:53:08.615-07:00Perplejidad en las rotondas<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg6oWtl-BVdXKBdIj_LKFdIf6QCMmLNO-uvkd8j3ffQW7MK0LZIUUzLNoREkmywk1kILCadhwDvOQJ9_Mo6DJddkuiUFbYABEi0-NyTvAvY9dHDumy_wH_uk8tXU6Zrf6qtW8mR-t8qIA/s1600-h/Untitled-1.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg6oWtl-BVdXKBdIj_LKFdIf6QCMmLNO-uvkd8j3ffQW7MK0LZIUUzLNoREkmywk1kILCadhwDvOQJ9_Mo6DJddkuiUFbYABEi0-NyTvAvY9dHDumy_wH_uk8tXU6Zrf6qtW8mR-t8qIA/s400/Untitled-1.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5218320890291131538" /></a>Lo peor de las rotondas no son los conductores para los que “ceda el paso” debe de significar “acelere como un cabestro” en tagalo, ni los guardias civiles agazapados tras un arbusto en busca de multas fáciles con las que reanimar el superávit estatal, ni los atascos que sí evitarían los fascinantes túneles cortos patentados por Álvarez del Manzano (¿dónde estás, Topo-Man?), sino las esculturas que las adornan.<br /><br />Llevo años intentando averiguar a quién corresponde adquirir y colocar estos engendros cuya contaminación visual, que envidiaría un Tàpies hasta arriba de LSD, iguala, si no supera, a la atmosférica. Supongo que dependerá de la administración responsable de cada rotonda, sea el Ministerio de Fomento, una consejería autonómica o el ayuntamiento de turno, si bien todas coinciden en su mal gusto. Insultos de 20 metros y colores chillones, seres de acero con elefantiasis, vigas retorcidas y oxidadas se suceden en calles y carreteras poco menos que como símbolos de la decadencia occidental.<br /><br />Las dos rotondas que más perplejidad me producen se encuentran en la localidad madrileña de Brunete (fotos de arriba). Una de ellas luce una cuidada reproducción de la torre de control del aeropuerto de Barajas, que dista 54 kilómetros del municipio, pues entre ambos se extiende todo el casco urbano de Madrid. En la otra, una especie de consolador invertido, en cuya base se alza una llama grotesca, rinde homenaje a los Juegos Olímpicos, esos que, de celebrarse finalmente en la capital, no llevarían a Brunete ni las semifinales de canicas. ¿Por qué? ¡¿Por qué?!Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-12589145524375696232008-06-27T04:19:00.001-07:002008-06-27T04:27:00.112-07:00Cuando Cohen me arrullaba<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMXpblttlp1RIIwwdebpVSJwY4aFcuvATnD16tZrb2PnKSFVe4xh1xLBjHohpBtr_M2MzCTcZW02yjQKrYYtDqv1AXgUVyelyZMI2SyYinayWrSMHviIQ__Om5izZT6q5KiMPeUonOHEE/s1600-h/516M7H3KHDL._SS500_.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMXpblttlp1RIIwwdebpVSJwY4aFcuvATnD16tZrb2PnKSFVe4xh1xLBjHohpBtr_M2MzCTcZW02yjQKrYYtDqv1AXgUVyelyZMI2SyYinayWrSMHviIQ__Om5izZT6q5KiMPeUonOHEE/s200/516M7H3KHDL._SS500_.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5216519868827986546" /></a>Hay discos que te ayudan. Que parece que han sido escritos y musicalizados pensando en ti o en lo que te ocurre en un determinado momento. O que, sencillamente, aunque sus canciones no tengan nada que ver con lo que te pasa, te acompañan como esos amigos cuya sola y muda presencia reconforta. <div><br /></div><div>“The best of Leonard Cohen” me acompañó en una época de mi vida en la que cada día, para llegar a fin de mes, transcurría de esta entretenida manera: de diez de la mañana a dos del mediodía, trabajando en un periódico sin contrato; de cuatro de la tarde a doce de la noche, en una emisora de radio, cobrando una mierda, y en “los ratos libres”, traduciendo textos para la ONU.<br /><br />A Leonard Cohen lo había descubierto gracias a la buena película “El tiempo de la felicidad” de Manuel Iborra, que vi en un pase de prensa dada mi, entre otras, condición de crítico de cine del periódico. No es que no supiera de su existencia o que no hubiera oído antes ninguna de sus canciones, pero fue en aquella sala de la Gran Vía, a oscuras, rodeado de otros críticos prepotentes, cuando se produjo esa conexión misteriosa por la que, de repente, algo que has tenido siempre al alcance se te instala muy dentro.<br /><br />Total, que me compré el “grandes éxitos” y lo empecé a escuchar en la cama por las noches, tras llegar a casa reventado, cuando lo que me pedía el cuerpo era meterme media botella de ron y/o gritar por la ventana: “Hijosdeperraaaaa, ¿cómo que esto no es una puta crisis?” (la historia se repite que da gusto). Y allí estaba el amigo Cohen para arrullarme con su hipnótica voz y recordarme que él también se sentía <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">like a bird on the wire, like a drunk in a midnight choir</span> (“Bird on the wire”).<br /><br />Noche tras noche seguí escuchando el disco hasta sabérmelo casi de memoria, descubriendo versos de esos que, por sí solos, justifican un premio Nobel y te ofrecen un consuelo ambivalente: no tenía tiempo para escribir pero qué más daba, si ni en siete vidas pariría una “simple” frase como <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">our steps will always rhyme</span> (“Hey, that’s no way to say goodbye”).<br /><br />Resultó que lo que había acabado convirtiéndose en una obsesión venía de familia. Mi madre vio un día el disco y me contó a que mi tío Nacho, el menor de los nueve hermanos de mi padre, le había dado durante una época, allá por los setenta, por poner “Suzanne” a todas horas, lo cual no me extrañó lo más mínimo, porque ya se sabe que <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Suzanne takes you down to her place near the river. You can hear the boats go by. You can spend the night beside her. And you know that she's half crazy. But that's why you want to be there</span>.<br /><br />Desde entonces he intentado seguir la carrera de Leonard Cohen, leyendo las contadísimas entrevistas que concede y brujuleando por internet. Me he enterado de que lo llaman “el poeta de la depresión”, porque no es precisamente la alegría de la huerta, y de que ha pasado o pasa -le he perdido la pista- largas temporadas en un monasterio budista zen, donde ha llegado a ejercer de chófer de los monjes (dicho sea de paso, si alguna vez me adscribiera a una religión, sería al budismo zen, por su agnosticismo y su compatibilidad con la ciencia).<br /><br />Qué grande es Leonard Cohen, coño. Y qué gran disco su “grandes éxitos”, de escucha obligada para todo cantautor que quiera iniciarse cantando -y torturándonos- él solo con la guitarrita. Si no puede llegar a esas alturas, mejor que se quede en casa (un saludo a Ismael Serrano).<br /></div>Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-73491526447933525952008-06-26T02:04:00.000-07:002008-06-27T02:20:27.250-07:00"Las colmenas"<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd8g-IIS2dHhYD-_Zwo6J2Gr7iBXMqx5AZqZ8fUjHuHVP5iXFBEONmyfdLPp_u0Lx5v6qZ7z35-q2HAzxeGMMAFsTP6aiPzBriziY5YFi0I7GTQTDAK8YU4aX_cO9HQ_ALGFopb5W8xUQ/s1600-h/gdg.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd8g-IIS2dHhYD-_Zwo6J2Gr7iBXMqx5AZqZ8fUjHuHVP5iXFBEONmyfdLPp_u0Lx5v6qZ7z35-q2HAzxeGMMAFsTP6aiPzBriziY5YFi0I7GTQTDAK8YU4aX_cO9HQ_ALGFopb5W8xUQ/s400/gdg.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5216114966488477698" /></a>Vivo en el edificio de arriba, probablemente uno de los más feos de Madrid. Está en el Barrio de la Concepción, cerca de Ventas, y forma parte de un conjunto conocido popularmente como "Las colmenas", por motivos evidentes. El mío es el más grande (incluso pasa un túnel por debajo). De hecho, hace poco leí que es, junto con el Palacio Real, el inmueble con mayor superficie de la ciudad. También he oído varias veces que es el más densamente poblado.<div><br /></div><div>"Las colmenas" son obra de José Banús. Según su obituario en El País, "este constructor franquista promovió en 1956 algunos de los bloques-hormigueros más notables que registra la historia de la arquitectura española, auténticas reliquias del concepto de vivienda social". Me han contado que servían para que los peces gordos del régimen alojaran a sus queridas. Puede ser. Ahora están poblados por viudas de 80 años para arriba que, cuando la palman (alguien les debe de cortar la cabeza, porque su fortaleza es envidiable), son sustituidas por parejas jóvenes con hijos.</div><div><br /></div><div>"Las colmenas" han salido en infinidad de películas, series de televisión y anuncios. En mi calle y aledañas rodó Almodóvar "¿Qué he hecho yo para merecer esto?". Los duendes de la ONCE han correteado virtualmente por los patios exteriores, en los que habían bailado antes unos raperos de Coca-Cola. En general, los personajes a los que se quiere presentar como marginales o de baja condición "viven" en mi edificio o en los de al lado. Vecinos míos han sido Marcial, el bedel del centro de salud de "Médico de familia", o Javier Cámara en su papel protagonista de "Torremolinos 73".</div><div><br /></div><div>La población inmigrante abunda. Aquí convivimos madrileños de toda índole: españoles, ecuatorianos, europeos del este y, dada la cercanía de la mezquita de la M-30, musulmanes mayoritariamente árabes. Es el nuestro, pues, un barrio tan multicultural como Lavapiés, pero no somos tan pesados al respecto. Durante el día pululan también europeos occidentales y estadounidenses, pues alguien tuvo la idea de construir un rascacielos de oficinas para multinacionales entre mi casa y la mezquita. Si a todo ello le sumamos el tanatorio contiguo a ésta, urbanísticamente la zona resulta de lo más friki.</div><div><br /></div><div>En los bajos de "Las colmenas" hay bares, comercios de toda la vida (esos en los que puedes pedir "lo de siempre"), chinos todo-a-cien y puticlubes. De estos últimos he contabilizado al menos una docena, aunque ninguno como el que luce orgulloso en la puerta un cartelito con la leyenda "Desde 1964". Cuando era periodista, me tocó entrevistar al comisario de Ventas (la comisaría está pegada a mi casa), que me negó insistentemente que hubiera mucha prostitución. Para mi regocijo, descubrí que se apellidaba -no podía ser menos- Torrente. No todo el mundo puede presumir de tener el pasaporte firmado por el personaje de Santiago Segura.</div><div><br /></div><div>A mí el barrio me resulta entrañable, entre otras cosas porque he crecido en él. Me cuesta imaginarme viviendo fuera y perdiendo de vista a mi abuela, que es una de las inmortales y vive en el portal de al lado, al dueño de la ferretería, que no desiste en su empeño por formarme en el fascinante mundo de las reparaciones caseras, a los charcuteros que saben que el jamón me gusta lo más curado posible, a Gladys y Daisy, las dos cajeras-limpiadoras-reponedoras-gerentes del DIA, al chino Juan (bautizado así por las viudas mencionadas), que me dejó alucinado el día que supo qué era el espumillón cuando se lo pidió una señora...</div><div><br /></div><div>Junto a "Las colmenas" está el patio donde aprendí a montar en bici, la autoescuela donde me saqué el carnet de conducir, los kioskos donde mangaba los periódicos cuando volvía de marcha de madrugada, el rincón al que iba previamente a potar y en el que ahora juego a la pelota con mis hijos y, si me encuentro una pota, me acuerdo de todos los muertos del responsable, el parque que atravesaba para ir al colegio y donde, puntual como un caballero británico, me pedía las pelas todos los días el mismo yonqui, al que acabé cogiendo aprecio...</div><div><br /></div><div>Mi barrio es, en fin, como un pueblo, de lo más entretenido y lleno de vida. Siempre hay gente en la calle y todo el mundo se conoce de vista. Quizá pueda hablarse de un cierto espíritu de comunidad, palpable cuando hay algo que celebrar. En Nochevieja, después de las uvas, nos asomamos todos por la ventana y nos saludamos de unos edificios a otros, mientras los más cafres compiten a tirar el petardo ilegal más gordo (es costumbre que quienes salen rumbo a fiestas lo hagan agazapados bajo paraguas protectores). El otro día, tras el triunfo de España ante Italia en la Eurocopa, se repitió el ritual, con los balcones a rebosar de vecinos brincando y abrazándose. ¿Habrá ocasión esta noche?</div>Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-84413137944829451162008-06-25T01:53:00.000-07:002008-06-25T03:19:58.412-07:00Filosofía todo-a-cien y SpidermanAbundando en la banalidad de la vida mencionada hace un par de entradas, he recordado aquello de “el problema no es que Dios sea bueno o malo; el problema es que es indiferente”, que creo de Spinoza. Llamémosle Dios, Conciencia Cósmica, Principio Rector, Física-Química, Vacío o Nada, en cualquier caso resulta indiferente. Tanto nosotros para ello como, en consecuencia, ello para nosotros. Cuando el planeta se vaya a tomar por culo -porque se irá, sea por el cambio climático, la extinción del sol, la contracción del Universo, la guerra nuclear o la disolución bajo el peso de nuestra propia estupidez- y, con él, la Humanidad (ya ha dicho Stephen Hawkin que empieza a ser prioritario lo de buscar otro sitio donde vivir), será como si no hubiéramos existido. Y ni los cuadros de Velázquez ni las obras de Shakespeare ni las partituras de Mozart justificarán nuestra existencia, porque no habrá nadie para hacerlo ni nada ante lo que hacerlo. La vida es fruto de una casualidad cósmica, y los seres humanos, de la evolución natural, producto, a su vez, de mutaciones azarosas. Estamos como podríamos no estar. Por ello, el gran logro humano no es sino la capacidad para, sabiendo todo esto, levantarnos cada mañana y tirar <span style="font-style:italic;">p’alante</span> en vez de quedarnos en la cama a vegetar. Más aún, la capacidad para tomarlo con humor (hay hindúes para los que todo lo que existe es el Ser jugando y bromeando consigo mismo), evitar la tentación de un nihilismo autodestructivo y reemplazarlo por un hedonismo ético, el que nos permite ver que nuestra libertad (para el placer) acaba donde terminan la libertad y el placer de los demás. En palabras de Tierno Galván, que queda mucho más fino, la plena instalación en la finitud.<br /><br />P.D.: A propósito de Dios, me han regalado el libro “Cómo ser un superhéroe”, con prólogo del único Dios verdadero, Stan Lee. Es un ensayo realmente útil que resuelve algunas de las preguntas que todos nos planteamos antes o después, como, por ejemplo (cito los títulos de varios capítulos): “Cómo salvar a unos niños cuyo autobús cuelga de un precipicio”, “Cómo fabricar un ala-delta con tela de araña” o “Cómo sobrevivir a un ataque con calabazas-bomba”. Que uno andaba por la vida tan tranquilo, pensando que, en caso de combate con el Duende Verde, tenía que alejarse o esquivar sus mortíferos artefactos, y resulta que es todo lo contrario: hay que abalanzarse sobre ellos, porque las calabazas-bomba tardan entre 3 y 7 segundos en explotar y da tiempo a devolvérselas al enemigo. Los mejores capítulos son, no obstante, “Cómo superar la muerte de un ser querido”, en el que se aplican las enseñanzas de Spiderman tras los asesinatos del tío Ben y Gwen Stacy, y “Cómo relacionarse con un jefe hostil”, en el que se tiene en cuenta el trato que J. Jonah Jameson procura a Peter Parker. Esto sí es un libro de autoayuda y no los de Paulo Coelho.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-7675066553553979132008-06-24T03:09:00.000-07:002008-06-24T03:17:48.727-07:00...y 70- Papá, ¿cuántos años cumples?<br />- 37.<br />- Ah -hace una pausa, pensativo-. Y después 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46... -Y sigue hasta 70.<br /> ¿Pero no se suponía que este niño sólo contaba hasta 20? ¿Por qué se detiene en 70? ¿Qué sabeeeeeeeeeee?Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-86114708157349454022008-06-19T02:48:00.000-07:002008-09-19T13:34:06.258-07:00¿Tontos felices o lúcidos amargados?Suele debatirse si es mejor vivir en la ignorancia, adherirse a unas cuantas convicciones ajenas para transitar por este mundo despreocupadamente, o ahondar en el conocimiento, que creo consiste en llegar a conclusiones por uno mismo y cuestionarlas a cada momento, con el consiguiente riesgo de amargura existencial. Como siempre hay alguien que ha dicho las cosas antes y mejor que uno y puesto que ando mal de tiempo e ingenio, suscribo los siguientes extractos del guión de la película "Lugares comunes" de Aristaráin (la frase en negrita es, a mi juicio, la solución al debate):<br /><br />“La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra: lúcido viene de Lucifer, el Arcángel rebelde, el Demonio… Pero también se llama Lucifer el Lucero del Alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse… Lúcido viene de Lucifer y de Lucifer viene Lux, de Ferous, que quiere decir “el que tiene luz, el que genera luz que permite la visión interior”… El bien y el mal, todo junto. La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez… “El silencio de la compresión del mero estar. En esto se van los años. En esto se fue la bella alegría animal".<br /><br />“El despertar de la lucidez puede no suceder nunca, pero, cuando llega, si llega, no hay modo de evitarlo. Y, cuando llega, se queda para siempre. Cuando se percibe el absurdo, el sinsentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso. Se entiende, aunque no se lo quiera aceptar, que la vida nace con la muerte adosada, que la vida y la muerte no son consecutivas, sino simultáneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree es porque <span class="Apple-style-span" style="FONT-WEIGHT: bold">la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia</span>”.<br /><br />“El lúcido puede seguir viviendo mientras conserve el instinto de la especie, el impulso vital. Es muy posible que, con los años, esa fuerza instintiva y oscura se pierda. Es necesario entonces apelar a algo parecido a la fe. Hay que inventarse un motivo, una meta que nos permita reemplazar el impulso animal que se ha perdido por una voluntad fríamente racional. Pero esa voluntad es un motor muy difícil de mantener. De repente y sin motivo, se va, se apaga, desaparece. Es entonces cuando se sigue o no se sigue, se puede o no se puede. Y si no se puede, no hay culpa. No importa el amor de los otros ni el amor que uno siente por ellos. Si uno no sigue, todo sigue sin uno y sigue igual. Todo pasa; la ausencia pasa. Se conoce a la muerte antes de morir: es un final antiguo, rutinario y común. Es un final deseado que se espera sin temor, porque uno lo ha vivido muchas veces. Todo da igual…”<br /><br />A los alumnos de Magisterio del protagonista: “Me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir mostrar. Mostrar no es adoctrinar; es dar información, pero dando también, enseñando también, el método para entender, analizar, razonar y cuestionar esa información. Si alguno de ustedes es un deficiente mental y cree en verdades reveladas, en dogmas religiosos o en doctrinas políticas, sería saludable que se dedicara a predicar en un templo o desde una tribuna. Si por desgracia siguen en esto, traten de dejar las supersticiones en el pasillo, antes de entrar en el aula. No obliguen a sus alumnos a estudiar de memoria: eso no sirve. Lo que se impone por la fuerza es rechazado y en poco tiempo se olvida. Ningún chico será mejor persona por saber de memoria el año en que nació Cervantes. Pónganse como meta enseñarles a pensar, a que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por sus respuestas; las respuestas no son la verdad. Buscan una verdad que siempre será relativa. Las mejores preguntas son las que se vienen repitiendo desde los filósofos griegos. Muchas son ya lugares comunes, pero no pierden vigencia: qué, cómo, dónde, cuándo, por qué. Si en esto admitimos también eso de que “la meta es el camino”, como respuesta no nos sirve. Describe la tragedia de la vida, pero no la explica. Hay una misión o un mandato que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha encomendado, pero que yo espero que ustedes, como maestros, se la impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad”.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-89412878214433011932008-06-17T00:35:00.000-07:002008-06-17T01:18:01.439-07:00Apocalíptico estoyDejando aparte la obra maestra "Cuatro meses, tres semanas, dos días" y la última de Indiana Jones, que ni fu ni fa -a la hora de salir del cine era incapaz de recordar más de dos secuencias-, las tres últimas películas que he visto son "La niebla", "Soy leyenda" y "Monstruoso", todas pirateadas de internet (un saludo a la SGAE). O mi cinefilia deja mucho que desear -objetivamente me han parecido bastante regulares pero subjetivamente me lo he pasado como un enano (y enana, señora ministra)- o estoy imbuido de espíritu apocalíptico. <div><br /></div><div>Ya se sabe que la fantasía y la ciencia-ficción encuentran terreno abonado en épocas de incertidumbre mundial y, como comentaba hace poco con el Reguera, la que vivimos lo es: el imperio decae como referente político (si es que alguna vez lo fue), la economía hace aguas, los alimentos escasean, los principios éticos más elementales son cuestionados, el cambio climático se agrava, Julio Medem sigue haciendo películas... todo ello agita nuestros miedos más profundos, que proyectamos en la ficción. Hasta el escritor de moda, ese que dicen que ganará el Nobel en breve, Cormac McCarthy, se deja de vaqueros y describe en su reciente "La carretera" el fin de la Humanidad tal como la conocemos (una novela decepcionante, por cierto; el que quiera desazonarse, que lea "Sobre héroes y tumbas" de Sábato).</div><div><br /></div><div>¿Qué me pasa, doctor? ¿Acabaré adorando al maquillado Al Gore como nuevo Mesías? ¿Agotaré las existencias del Supersol y construiré un búnker junto a mi portero el yanqui, que de esto tiene que saber? ¿Seré capaz de afrontar el holocausto con él y su incesante verborrea? ¿Pasearé, a lomos de caballo, por el otrora Paseo de la Castellana y me toparé, cual Charlton Heston, con un brazo de la Cibeles semienterrado en la arena? ¿Me comerán los zombis cuando tenga que salir del refugio para salvar a mi hijo, que habrá ignorado por enésima vez mis advertencias de no corretear solo por la calle? ¿Será Esperanza Aguirre el Anticristo? ¿Qué nos intenta transmitir Bibiana Aído? ¿Es cierto, como se rumorea, que sus gilipolleces, escuchadas al revés, coinciden con las predicciones de Nostradamus?</div>Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-49112452859238882202008-06-16T03:03:00.000-07:002008-06-16T03:23:04.256-07:00Aterriza como puedas<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn9EeDZjzhIfJgtyQ7HaUjLythbRxHlq4926PH8qwLlvzZ32Xy0IIS42Aa8Oh7Ose_fMtloFlbUNp88W-kAf_wH42VcbDvYiXrQZuhfd26wR5Mkzcg-1ELIKxCPYjSfJs_IF4k9x0vnao/s1600-h/aterrizacomopuedas.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn9EeDZjzhIfJgtyQ7HaUjLythbRxHlq4926PH8qwLlvzZ32Xy0IIS42Aa8Oh7Ose_fMtloFlbUNp88W-kAf_wH42VcbDvYiXrQZuhfd26wR5Mkzcg-1ELIKxCPYjSfJs_IF4k9x0vnao/s200/aterrizacomopuedas.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5212422096012855058" /></a>Una buena película cómica es aquella que luego comentas con los amigos en plan "¿Te acuerdas cuando...?". Vistos los comentarios a una entrada anterior, en la que se empezaba hablando del Día del Orgullo Pedófilo y no sé cómo se terminaba recordando frases de "Aterriza como puedas", ésta es una de ellas. Unos cuantos "cuandos" de su primera y segunda parte que se me vienen enseguida a la cabeza son:<div><br /></div><div>- Cuando la pasajera anciana pide algo para leer y la azafata le ofrece el libro "Viejas leyendas de deportes judíos".</div><div><br /></div><div>- Cuando el médico dice que hay que llevar a los pasajeros enfermos a un hospital y, ante la pregunta de la azafata ("¿Qué es, doctor?"), responde: "Un edificio grande, blanco, con muchas camas...".</div><div><br /></div><div>- Cuando el jefe de controladores recibe un informe de la situación y se lo pasa a uno de sus ayundantes: "Mira a ver qué podemos hacer con esto", y el ayudante, doblando los papeles, propone hacer un gorrito, una pajarita...</div><div><br /></div><div>- Cuando uno de los pilotos llega al aeropuerto y se dedica a hostiar a todos los brasas que se le ponen por delante: harekrisnas, voluntarios de ONG, etc.</div>Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-38938201918349136032008-06-13T04:30:00.001-07:002008-06-13T04:50:50.749-07:00Una foto pornográfica<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtirfn5oK06LN77pqMVE2VkyFH6osz34bOps9vI1CvPlvx9I7Bd0Y8PI1MXv4kV1DqoOwSKwak8PQrqrCp4Dzy1aDw_0Y9cRKZwYerTm0OLj1YnZiiqqAgrrtvhWENC359cTE6YgXNFZQ/s1600-h/1212486531_extras_ladillos_1_0.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtirfn5oK06LN77pqMVE2VkyFH6osz34bOps9vI1CvPlvx9I7Bd0Y8PI1MXv4kV1DqoOwSKwak8PQrqrCp4Dzy1aDw_0Y9cRKZwYerTm0OLj1YnZiiqqAgrrtvhWENC359cTE6YgXNFZQ/s400/1212486531_extras_ladillos_1_0.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5211327373288933986" /></a>Porque salen en ella unos cojones asín de grandes. Y porque me imagino que le resultará obscena a mucha gente. La gente de los "peros": "el Gobierno chino viola los derechos humanos, pero...", "Fidel Castro es un dictador, pero...", "Franco también lo era, pero...", " Chávez es un bufón, pero...", "Pinochet era un asesino, pero...", "ETA es una banda terrorista, pero...", "Arabia Saudí es un régimen feudal, pero..." Son estos "peros" los que rigen las relaciones internacionales.<br /><br />En un mes de junio de hace 19 años, el joven de la foto detenía él solito el avance de una columna de tanques, probablemente porque los soldados suelen ser menos hijoputas que los civiles que les mandan desde sus despachos y a ninguno de ellos le apetecía pasar por encima de un estudiante desarmado. ¿Qué habrá sido del llamado "héroe de Tiananmen"? ¿Estará muerto o habrá fabricado alguna de las prendas de vestir que llevo puestas?Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-83758850309161850312008-06-12T07:44:00.000-07:002008-06-12T07:59:47.197-07:0024 de junioSe acerca el 24 de junio, cumpleaños de un servidor, y hoy he leído en <a href="http://www.larazon.es/46615/noticia/Sociedad/24_de_junio:_d%EDa_del_orgullo_ped%F3filo">La Razón</a> que será el Día del Orgullo Pedófilo. Yo que estaba tan contento por coincidir con el solsticio de verano y la onomástica de Su Majestad el Rey... Y a todo esto: ¿qué coño hacía ojeando La Razón? Un año más y seguiré sin conocerme...Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-56822840824562515872008-06-11T02:49:00.000-07:002008-06-11T03:03:38.217-07:00Otra llamada<span style="font-style:italic;">Dedicado al Reguera.<br /></span><br />- Servicio de atención al cliente de Telefónica. Le atiende Wilson. ¿En qué puedo ayudarle?<br />- Egun on. Te llamo en nombre de ETA. Hay un coche-bomba en el parking C de vuestro edificio. Está previsto que explote a las...<br />- Le deletreo para tramitar correctamente su llamada. ¿Dijo ETA? E de España, T de...<br />- Noooo. ¡De España no! E de Euskadi, T de Ta y A de Askatasuna...<br />- Disculpe, señor: aunque soy de Ecuador, no hablo guanche.<br />- ¿Guanche? ¡Es euskera! Pero el caso es que la bomba...<br />- ¿Bomba? Le paso con nuestro servicio técnico.<br />...<br />- Servicio técnico. Le atiende Jonathan. ¿En qué puedo ayudarle?<br />- Egun on. Te llamo en nombre de ETA. Hay un coche-bomba en el parking C de vuestro edificio. Está previsto que explote a las...<br />- ¿Explotar? ¿Ha probado a reiniciarlo? <br />- ¿Ein?<br />- Lo intentaré yo desde aquí. ¿Me puede decir de qué modelo es el coche bomba?<br />- No sé, creo que un Citröen Xara Picasso.<br />- ¿Sara Picasso? ¿Desea su número? Le paso con nuestro servicio de información telefónica.<br />...<br />- Servicio de información telefónica. Le atiende Gladys. ¿En qué puedo ayudarle?<br />- Oiga, me han pasado con usted porque les he hablado de un Xara Picasso, pero lo importante es que...<br />- Por Sara Picasso no me figura nada.<br />- ¡Que da igual! Le digo que hay un coche-bomba en su parking C y que va a explotar a las 10:45. Telefónica es una multinacional española, un símbolo del Estado opresor del pueblo vasco, y ya es hora de que...<br />- Por “Estado opresor del pueblo vasco” tampoco me figura nada.<br />- ¡Páseme con un encargado!<br />...<br />- Jefatura de servicio de atención al cliente. Le atiende Néstor José. ¿En qué puedo ayudarle?<br />- Mira, Néstor, me están mareando tus subordinados. No se enteran de que hay un coche-bomba en el parking C de vuestro edificio, que va a explotar a las 10:45 y que es una respuesta del pueblo vasco a su opresión por el Estado español.<br />- ¡Qué me dice! Yo soy miembro de la plataforma anti-imperialista indígena ecuatoriana. Es un placer saludar a un camarada. Nosotros llevamos oprimidos 500 años. No tenemos prestaciones sociales, se nos discrimina por nuestra raza, apenas estamos representados políticamente, nuestras tradiciones y lenguas aborígenes están marginadas, carecemos de la más mínima capacidad de autogestión...<br />- Para, para. La verdad es que nosotros sí tenemos todo eso.<br />- ¿Entonces de qué os quejáis?<br />- Pueees, de muchas cosas. Por ejemplooooo... estoooooo... joder, me he quedado en blanco.<br />- No importa, seguro que tenéis razón en vuestras quejas. Te paso con el servicio de reclamaciones.<br />...<br />- Servicio de reclamaciones. Le atiende Daisy. ¿En qué puedo ayudarle?<br />- Snif.<br />- ¿Está usted llorando, señor?<br />- ¡Hay un puto coche-bomba en su edificio y va a explotar a las 10:45!<br />- Son las 10:50.<br />- !Qué! Ha debido de fallar algo. Voy para allá, no cuelgue.<br />...<br />- ¿Sigues ahí?<br />- Sí, señor. ¿Tiene algún fallo técnico? Le paso con nuestro servicio técnico.<br />- Nooooo.<br />...<br />- Servicio técnico. Le atiende Jonathan. ¿En qué puedo ayudarle?<br />- Jonathan, estoy en el coche-bomba y no ha explotado y me habéis tenido media hora al teléfono y la llamada me va a costar una pasta y ya no sé qué hacer...<br />- ¿Ha probado a unir los dos cables verdes?<br />- ¿Eh? Pues no. A ver...<br />BUUUUUM.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com24tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-13189673549376281112008-06-10T05:09:00.000-07:002008-06-10T05:12:28.830-07:00El teléfono de la ministra de Igualdad- Hola, ¿es el teléfono para que los hombres canalicemos nuestra agresividad machista?<br />- Así es, caballero.<br />- Bien, porque... !eres-una-hija-de-puta-zorra-asquerosa-me-cago-en-tus-muertos!<br />- Y en mis muertas, espero.<br />- ¿Eh? Estooo, pueees... sí, claro, también.<br />- No pasa nada: sólo está usted sufriendo un síndrome temporal esquizoide de frenesí compulsivo con desarreglo psicótico-emocional.<br />- ¿Cuálo?<br />- Que se le ha ido la olla un rato.<br />- Acabáramos. Entonces me quedo más tranquilo. Me voy a comprarle un ramo de flores a mi mujer...Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-73578314778967457252008-06-10T02:08:00.001-07:002008-06-10T02:23:17.811-07:00Doña ClaritaDoña Clarita es una vecina de mi abuela que sólo morirá cuando otro inmortal le corte la cabeza. Desde que tengo uso de razón, la recuerdo enfundada en su imposible abrigo de piel azul (¡), maquillada como un cuadro expresionista y con un peinado que envidiaría Amy Winehouse. Cada vez que subo en el ascensor con ella, sistemáticamente me hace las tres mismas preguntas, a saber: “¿qué tal tu madre?”, que tiene su lógica porque mi madre vivió muchos años en el edificio; “¿qué estudias?”, que, con 36 años, empieza a resultarme pelín humillante, y “¿te gusta Londres?”, ciertamente sorprendente pues nadie se la imaginaría paseando a la vera del Támesis.<br /><br />También sistemáticamente, yo contesto: “Bien... Periodismo... Sí”, tras lo cual Doña Clarita se entrega a una apología de la capital británica, intercalando frases surrealistas en inglés, que se me hace eterna pese a durar sólo cuatro pisos. No obstante, de unos años a esta parte, si voy a casa de mi abuela y diviso a la buena señora en el portal, me agazapo tras unos arbustos a hacer tiempo, porque temo el día en que cambie el orden de las preguntas: “¿Qué estudias?”. “Bien”. “¿Te gusta Londres?”. “Periodismo”. “¿Qué tal tu madre?”. “Sí”.<br /><br />Cuando me la encuentro por la calle, el discurso de Doña Clarita puede ser de dos tipos: si me acompaña mi hijo de 4 años, el típico rollo “yo a tu padre lo conozco desde que tenía tu edad”, a lo que Otis Jr. suele responder con un bufido en la mejor tradición de su progenitor; si voy solo, “!cómo me acuerdo de tu abuelo, que era todo un caballero!”, pues, por lo visto, mi abuelo, que, en efecto, era un caballero de los de corbata diaria e inclinación de cabeza, tuvo la ocurrencia de ponerse de su parte en una polémica junta de vecinos allá por el año en que Franco hizo la comunión.<br /><br />Durante las Navidades, todos los días, Doña Clarita saca a su terraza al patio, compartido con el de mi comunidad, un magnetofón -si, sí, un mag-ne-to-fón-, pone una cinta de villancicos a todo trapo y se larga, dejando allí el aparato hasta que acaba la grabación. Es su forma de contribuir al espíritu navideño, que el resto de vecinos agradece acordándose de sus muertos, si es que los tiene y no fue creada en un laboratorio. Cuando era pequeño, me divertía tratando de acertar al magnetofón con un tirachinas, pero ahora me parece una tradición entrañable. No concibo unas Navidades sin los villancicos de Doña Clarita, que, por cierto, son los de toda la vida -los peces en el río, campana sobre campana y arreburroarre-, no gilipolleces de los Lunnies o similares.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-32679123930104058872008-06-09T06:45:00.000-07:002008-06-10T00:27:25.327-07:00Mi porteroMi portero es estadounidense. Para ser más exactos, tiene la doble nacionalidad, pero a mí me mola decir que es estadounidense porque todos mis amigos y conocidos tienen porteros españoles con nombres como Eufrasio, Nemesio o Paulino, que son nombres muy respetables pero ni por asomo tan <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">fashion</span> como el de mi portero (me lo callo por si le da por hacer búsquedas de sí mismo en internet, que no me extrañaría).<br /><br />Mi portero se toca los huevos. Su labor consiste básicamente en el verbo <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">to be</span>, es decir, ser y estar. Por lo demás, limpia las zonas comunes, recoge la basura y, eso sí, soporta a las vecinas matusalénicas para las que un “empleado de la finca” -eufemismo para “portero” en las actas de las juntas de vecinos- es un esclavo a su servicio las 24 horas. El caso es que yo a mi portero lo veo todo el día en su garita navegando por internet o viendo películas previamente pirateadas.<br /><br />Mi portero ha <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">nasío pa sufrir</span>. Siempre es el que más enfermedades padece, el que peor llega a fin de mes, el que menos vacaciones disfruta... pero cambia de coche como yo de calzoncillos, veranea en Estados Unidos y tiene una plaza de aparcamiento alquilada, una casa en el pueblo, una televisión de plasma de casi medio millón de las antiguas pesetas, conexión ADSL, los sopotocientos canales de Imagenio...<br /><br />Mi portero entra en mi casa como Pedro por la suya. Lo cual me parece bien, porque es de confianza y nunca lo hace sin un motivo justificado, pero podría preguntar antes “¿Te parece que vaya mañana con el del agua para leer el contador?” en vez de avisármelo a posteriori. También dice otras cosas como: “He visto que tenéis el mismo DVD que yo; ¿me dejas el folleto de instrucciones, que he perdido el mío?” <br /><br />Mi portero es un cotilla. Además de saberse mi casa de memoria, intenta enterarse de mi vida, sobre todo cuando le rompo los esquemas. Por ejemplo, si me ve por el barrio en horas laborables, pone una cara como si se le acabaran de aparecer el Yeti y el monstruo del Lago Ness juntos. Y me pide explicaciones, el cabrón. Y, como suele pillarme desprevenido y no puedo activar mi largamente trabajada bordería vecinal, consistente en responder con lacónicos monosílabos a posibles preguntas o, en casos extremos, simular que hablo por el móvil, voy y se las doy: “Es que estoy de baja”, “es que me he cogido el día para asuntos propios”...<br /><br />Mi portero se cree que yo fui de los vecinos más implicados en su subida salarial. El hombre llevaba años reclamando que, en vez de en metálico, se le pagara por nómina el suplemento de recogida de basuras. Un día, dejaron en el buzón el acta de la junta de vecinos en la que se había hablado de este tema, junto con la enésima reforma del portal. Fui a quejarme de ésta a su impulsor, el presidente de la comunidad, y, cuando le pregunté al portero "¿Dónde está el presidente, que quiero hablarle de lo del acta”, se creyó que me refería a su nómina y aún me guarda eterno agradecimiento.<br /><br />Mi portero es majo. Todo lo dicho no quita para que me caiga bien (te puede caer bien alguien aunque a veces te imagines pateándole la entrepierna) y le prefiera, por ejemplo, a uno que tuve cuando era pequeño, que se llamaba Eustaquio y, cuando te quedabas encerrado en el ascensor, tardaba siglos en sacarte porque estaba sordo y no oía a los vecinos atrapados por más que nos pusiéramos “Venga, a la de tres: una, dos, tres, EUSTAQUIOOOOOO”.<br /><br />No sé por qué pero, a la hora de la cena, encuentro un extraño placer en asomarme a la terraza del patio, al que dan todas las viviendas, incluida la suya, y gritar el nombre de mi portero con voz de pito, ocultándome rápida y cobardemente. Es imaginármelo en su casa poniendo cara de fastidio y abalanzándose a la terraza para pillar <span class="Apple-style-span" style="">in fraganti</span> al gritón y partirme de risa.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-3555981658356809002008-06-06T05:16:00.000-07:002008-06-09T02:19:36.444-07:00Y seguimos con DiosMucho antes de que Amy Winehouse se topara, al final de una kilométrica raya de coca, con la colección de discos de su padre y redescubriera las baladas jazz, el soul y el sonido Motown/Detroit, Dios se había reencarnado en un gordido travesti un poco grimoso que, en vez de hacerse acompañar por los Monster, de una de cuyas películas parece haberse escapado, lo hace de los Johnsons para parir maravillas como <a href="http://es.youtube.com/watch?v=1-524bnuYdM">ésta</a> (dedicada a Clot, que espero recuerde la entrevista de Isabel Coixet a Antony con la que pasamos días descojonándonos).Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-45861239529920744102008-06-05T04:46:00.001-07:002008-06-05T07:23:21.252-07:00Enigma histórico: ¿por qué contestó sí el griego?Un par de siglos después de Cristo, en una taberna de Asia Menor, un griego pregunta a un cristiano qué se le ha perdido por allí.<br /><br />Cristiano: “Estoy de bolos por el Mediterráneo, convirtiendo a los hombres a la palabra de nuestro único Dios”.<br /><br />Griego: “¿Sólo tenéis uno? Nosotros, muchos. Pero son bastante cabrones e intentamos pasar de ellos en lo posible”.<br /><br />Cristiano: “El nuestro también tiene sus días, aunque, como es Uno pero Trino, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo...”<br /><br />Griego: “¿Mande?”<br /><br />Cristiano: “Da igual, yo tampoco acabo de entenderlo. El caso es que el Padre es pelín vengativo y el Hijo todo lo contrario. Declaró que, si tu enemigo te golpea en una mejilla, debes poner la otra...”<br /><br />Griego: “No me lo creo; no se puede ser tan pringao... Nosotros, como nos aticen una vez, intentamos devolverla por duplicado. Que se lo digan a los persas, que anda que no los hemos corrido a hostias... ups, perdona”.<br /><br />Cristiano: “Qué belicosos. Por cierto, ¿qué hacéis si uno de vosotros cae gravemente herido en combate?”<br /><br />Griego: “Coño, pues lo normal: rematarlo para que no sufra y muera con dignidad”.<br /><br />Cristiano: “Nosotros nos cruzamos de brazos para no interferir en la voluntad de Dios...”<br /><br />Griego: “La madre que os parió... Empiezo a entender por qué en Roma os tiran a los leones”.<br /><br />Cristiano: “Pero es que lo vuestro es pecado, y el que peca no va al Cielo, sino al Infierno”.<br /><br />Griego: “En nuestra religión no hay ni Cielo ni Infierno. Sólo el Hades, donde moran las almas sin goces ni castigos. Se limitan a estar allí, aburridas como setas”.<br /><br />Cristiano: “Nuestro Cielo supone la felicidad eterna frente a las miserias de este mundo. Porque os habréis dado cuenta de que la vida es un valle de lágrimas... Vamos, una mierda”.<br /><br />Griego: “¡Qué dices! Como el Hades es tan poco excitante, procuramos exprimir la vida al máximo. De ahí nuestros avances en filosofía, ética, política, historia, arte, astronomía, matemáticas, geometría, aritmética, deporte, física, medicina... Oye, ¿y de follar cómo andáis?”<br /><br />Cristiano: “Malamente. Lo justo para tener hijos”.<br /><br />Griego: “A ver si además de pringaos vais a ser gilipollas... Nosotros nos tiramos a todo lo que se mueve. Hasta nuestros dioses están más salidos que el pico de una mesa”.<br /><br />Cristiano: “Será porque son imperfectos. El nuestro es Perfecto, es la Verdad”.<br /><br />Griego: “Pues me está pareciendo un poco listillo. Por aquí dudamos de nuestra capacidad para conocer la Verdad e intentamos cuestionarlo todo a la luz de la razón”.<br /><br />Cristiano: “Bueno, no me líes. ¿Te conviertes o no te conviertes?”Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2356836936138426086.post-37684272653160910602008-06-04T03:29:00.000-07:002008-06-04T03:41:34.389-07:00Películas que me formaron sin saberlo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs24dnq0BhQTslqtT3F8XzZl9by6dKngNBnZUXME-5a-y5rP4yoSx-ruI0cjcas7-AFgLurqeUjO0Bb2v-79s3nPD01FeLtPu_6s6BvRzvI4LsrfaUcgie7rkPfJhbI333_8T8YQAiB6A/s1600-h/goonies.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs24dnq0BhQTslqtT3F8XzZl9by6dKngNBnZUXME-5a-y5rP4yoSx-ruI0cjcas7-AFgLurqeUjO0Bb2v-79s3nPD01FeLtPu_6s6BvRzvI4LsrfaUcgie7rkPfJhbI333_8T8YQAiB6A/s200/goonies.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5207972046503101906" /></a>Año 1985. Un niño de 14 años (porque entonces con 14 años aún se era un niño) ve “Los goonies” y, sin ser consciente de ello, descubre el ritmo cinematográfico, algo en lo que los estadounidenses han estado, están y estarán a años luz del resto del mundo. Igualmente interioriza que, en una película de aventuras, la acción debe avanzar en todo momento, los personajes pueden quedar perfectamente dibujados en unos cuantos planos, algunos de ellos se te alojan en el cerebro para acompañarte el resto de tu vida y un buen final es tan esencial como complicado (décadas después, aún se pregunta qué sería de Sloth a bordo del barco pirata y siempre sospecha, al toparse con una familia insoportable, que esconde a un <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">freak</span> de buen corazón en la buhardilla). También empieza a entender que las películas no se hacen solas, que el hecho de que un tal Steven Spielberg haya parido la historia tiene importancia y que no es casual que el encargado de desarrollarla sea el mismo guionista de “El secreto de la pirámide”, otra obra maestra ¡del mismo año! Y va completando su inconsciente formación con una televisión a la que no le importa programar en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">prime time</span> “El capitán Blood", "Las aventura de Robin Hood" o El halcón y la flecha”, con las que realiza los mismos descubrimientos.Otis Driftwoodhttp://www.blogger.com/profile/11846838657136475642noreply@blogger.com7